Todos soñamos con tener alguna pieza de joyería con piedras preciosas. Ya sea un zafiro, esmeralda o diamante, una gema es un ingrediente clave para cualquier diseño de alta joyería. Su único “defecto”, es el precio.
¿Pero qué pasaría si existiera una piedra de características similares, solo que con un costo más accesible?
Las zirconias son, prácticamente, iguales a un diamante: luminosidad, resistencia, brillo. Tanto así que podrían ser indistinguibles para un ojo no entrenado, por lo que no resulta sorprendente que numerosas marcas prestigiosas hayan decidido incluirla en sus diseños. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre este material!
Historia de las zirconias

La zirconia, también llamada circonia cúbica o zirconita, es la cristalización del óxido de zirconio.
Esta piedra no existe en la naturaleza, por lo que se crea en un laboratorio mediante un complejo proceso en el que se deben fundir óxido de zirconio—el ingrediente principal—, magnesio y calcio a una temperatura de 2,700°C. El procedimiento completo toma no menos de 5 horas.
Desde el siglo XIX, ya se tenía el conocimiento de la posibilidad de fabricar gemas de características similares a las de los diamantes. Pero no fue sino hasta la década de 1970 que científicos soviéticos lograron desarrollar y perfeccionar una técnica que permitiera la producción estandarizada de estas piedras.
Usos de las zirconias

Gracias a sus propiedades ópticas, las zirconias comenzaron a emplearse inicialmente en lentes, prismas y láseres. Asimismo, han sido utilizadas en ciertos dispositivos militares y, gracias a su dureza, también se usan para pulir metales como el acero.
Pero el uso más común de las zirconias ha sido en joyería: anillos, collares, pendientes y, por supuesto, broqueles. Las zirconias son piedras sumamente versátiles que pueden diseñarse y cortarse para cumplir las más altas exigencias.
¿A qué se debe la popularidad de las zirconias en la industria joyera? Principalmente, a su precio. Si bien producir una de estas piedras requiere de equipo especializado y personal capacitado, la diferencia en el costo no podría ser mayor: mientras que un quilate de diamante ronda los dos mil dólares, un quilate de zirconia cuesta tan solo quince dólares.
La piedra favorita de todos
Precio, calidad y disponibilidad son solo algunas de las razones por las cuales las zirconias se han vuelto la gema básica para muchos fabricantes, entre los que destaca Swarovski. La facilidad relativa con que se puede disponer de estas piedras ha permitido que se desarrollen nuevas propuestas estéticas que han revolucionado el mundo de la joyería.
En Joyería al Mayoreo, elaboramos broqueles usando solo zirconias de la más alta calidad. De esta forma, garantizamos que nuestros clientes tengan piezas excepcionales siempre. Te invitamos a conocer nuestras colecciones aquí.