A veces, no se le presta la atención suficiente a las orejas, pero cuando se trata de lucirlas con accesorios, surgen dudas.
Conocer la forma de la oreja te permitirá incluso ayudar a tus clientes a elegir aretes que vayan de acuerdo con su estética. Aunque te podemos adelantar que los broqueles le van perfecto a todas por lo discretos que son.
Cuando se trata de encontrar los aretes perfectos para una mujer, es recomendable considerar en qué parte de la oreja desea usarlos, la forma y el color. Por eso te enlistamos algunas cosas que debes saber sobre las orejas.
Anatomía de la oreja
Si bien las orejas son únicas en cada persona, todas responden a una estructura anatómica. En términos médicos, se conocen como aurícula o pabellón auricular. La parte externa está compuesta por el cartílago y existen tres partes diferentes: el antitrago, el hélix y el lóbulo.
Por lo diversas que son las orejas, hay que observar la forma, el tamaño, y la proyección para clasificarlas. Aunque el lóbulo es la parte en la que tradicionalmente se lucen más los broqueles, ya que al ser pequeños, resaltan como punto principal.
El tamaño de las orejas
Los broqueles funcionan con todo tipo de orejas, eso es verdad. En ocasiones, algunas características como el tamaño pueden causar complejos a las personas que los usan. Para quienes tienen las orejas grandes y no quieren que se vean aún más grandes, siempre se recomienda usar aretes pequeños como broqueles, de esta forma el lóbulo inferior no se colgará.
Así puedes identificar su tamaño:
Largas: Son aquellas que tienen una mayor extensión desde el lóbulo inferior al borde superior. Son más definidas y suelen ser estrechas a lo ancho.
Pequeñas: Son más cortas y redondas, pueden dar la ilusión de formar un círculo.
Medias: Este se refiere al rango estándar, porque es el tipo que la mayoría de las personas tienen.
La forma de las orejas
La forma es prácticamente como el mapa de las orejas y para quienes quieren lucir más de una perforación es fundamental. A partir de esto pueden darse una idea del espacio que se tiene y dónde quedarían mejor los aretes. Como mencionamos anteriormente, el lóbulo es la parte donde más resaltan los broqueles, así que le va a cualquier tipo.
Así puedes identificar la forma:
Redondas: Mantienen una forma circular y sin ningún vértice predominante.
Verticales: Presentan una forma recta y prolongada hacia el lóbulo.
Puntiagudas: El hélix forma un triángulo, y son mejor conocidas como “orejas de elfo”.
Lóbulo prominente: Esta característica sobresale por encima de cualquier otra, como si estuviera más gruesa.
Inclinadas: Esto pasa cuando las orejas tienen una inclinación del borde superior.
Forma de caracol: Este es el tipo de oreja más común, ya que tiene una estructura interna que se parece a una concha de caracol.
La proyección de las orejas
De toda la anatomía de las orejas, esta parece ser fundamental a nivel estético, incluso algunas personas toman la decisión de operarse para cambiar la proyección. Realmente no hay ningún problema, pero cuando las orejas están muy separadas, las personas incluso quieren esconderlas ya que sobresalen, no importa si son pequeñitas. En este caso no es que no le vayan bien los aretes, si no que a nivel personal, se niegan a utilizar algún accesorio, aunque los broqueles por ser muy discretos, serían la opción ideal.
Así puedes identificar la proyección:
Pegadas: Dan la sensación de estar totalmente adheridas al cráneo y es muy común de las orejas pequeñas.
Separadas: Son las que causan más conflicto a la mayoría de las personas, ya que el pabellón sobresale y las orejas parecen estar en una posición horizontal.
Es importante decir que, sea cual sea su aspecto, las orejas pueden lucir muy bien con los aretes adecuados. En Joyería al Mayoreo podrás encontrar un amplio catálogo que incluye desde modelos pequeños y sencillos hasta piezas únicas y elaboradas.